Nacido en Sacramento (USA) Johston es un creador único y personal que lleva sobre sus hombros una historia personal dura y enternecedora, marcada por el desamor, la religión, los conflictos familiares, el sufrimiento y sus problemas psicológicos, temas que están indivisiblemente ligados a sus dibujos a lápiz y rotulador. Una faceta esta del dibujo, que lleva desarrollando desde finales de los 70, cuando grababa maquetas con una rudimentaria grabadora de casete en el garaje de su casa, antes de que se convertirse en una leyenda de la música indie. A pesar de todo el fenómeno que se ha creado a su alrededor y de su deseo de dar a conocer su trabajo, él habla de sí mismo como una persona normal, "un niño que olvidó crecer y que pasa todo el día escribiendo canciones y dibujando".
La suya es una historia triste. Es la historia de un artista afectado por la enfermedad mental, acosado por sus propios demonios y hundido en la desesperación por un amor no correspondido. Consiguió su objetivo de hacerse famoso tras aparecer en un programa de MTV, pero a partir de ese momento, un shock emocional del que nunca lograría recomponerse (la mujer de la que siempre estuve enamorado se comprometía con otro hombre) detonó un desorden psíquico maníaco depresivo que ya llevaba años fraguando en su interior.
Durante años compaginó sus grabaciones en cassette y sus dibujos, con visitas a hospitales, actuaciones y encuentros con bandas como Sonic Youth o Jad Fair que mostraron su admiración por él, pero siempre bajo la sombra de su inestabilidad mental. Su cristianismo extremo le llevó a obsesionarse con la figura de Satán y fueron múltiples las referencias y los discursos a su figura tanto en sus actuaciones como en las grabaciones caseras.